A un inesperado hallazgo arqueológico acaecido en 2005 cuando se encontró un ejemplar de la primera edición de esta obra (Sellerio, 2003) y al oportuno recordatorio de una joven siciliana de libresco linaje, Giulia Lo Monaco, debemos la edición de esta inédita joya. A aquella primorosa edición añadió Salvatore Silvano Nigro en 2019 nuevos documentos: es este un libro de crónicas breves confinadas a las solapas, las cuartas de forros, los marcapáginas, los catálogos, las consignas para vendedores; paratextos todos enhebrados con exquisita concisión que hacen de estos brevísimos ensayos las credenciales imprescindibles para aproximarnos a la biografía de los libros seleccionados por este apologeta. «Sciascia reinventó el espacio y la práctica del trabajo editorial. Hizo de las limitaciones impuestas por la estrechez de la página y de la imprescindible rapidez, [] la ocasión para una escritura sobriamente prensil y de gran estilo en sus inconfundibles giros rítmicos.» Se ofrece, pues, en esta antología un retrato inédito del Sciascia editor más también del escritor. Una arqueología, en suma, del paladar de un editor que, semblanza a semblanza, acaso inadvertidamente, irá trazando una cartografía literaria de sus rescates, al tiempo que una involuntaria autobiografía del gusto dispersa entre tantas lecturas. Como acertadamente sostiene Salvatore Silvano Nigro, el libro puede también leerse de otro modo: como el relato, en capítulos miniaturizados, de la historia de una empresa editorial auspiciada por la pasión por la literatura de Sciascia, que se publicó con motivo del trigésimo aniversario de la muerte del escritor y del quincuagésimo de la fundación de la editorial, mas también como un emocionado recuerdo al acierto del felizmente fértil matrimonio de Enzo y Elvira Sellerio