Esta novela narra la historia de una saga de campesinos sin tierra del Alentejo portugués desde 1910 hasta el día levantado y principal de la Revolución de los Claveles. Con el ingenio y la ironía que caracterizan su obra, Saramago nos sumerge en una forma de estar en el mundo que ha sido la de los trabajadores rurales de Portugal y también la de los españoles, «gente de poco tener y mucho sentir» sobre la que recayeron todas las obligaciones sin gozar de ningún derecho.
La diferencia de clases en el latifundio, el papel de la Iglesia, la lucha por la libertad, el amor que no necesita palabras para ser total, la vida dura y la muerte fácil a lo largo de varias generaciones son los temas fundamentales de esta obra.
En el discurso de aceptación del Premio Ciudad de Lisboa, otorgado a esta novela en 1982, José Saramago pronunció estas palabras: « Levantado del suelo habla de trabajadores. También a trabajadores dirigí las palabras que contiene. Aprendamos un poco, eso y lo demás, también el orgullo propio, con aquellos que se levantaron del suelo y no volvieron a él, porque del suelo sólo debemos querer el alimento y aceptar la sepultura, nunca la resignación».