En los alrededores de la Plaza de Bolívar en Bogotá, en lo que era la sacristía original de la iglesia de San Ignacio, está la capilla de San José. Los trabajos de conversión de este lugar, el conjunto artístico religioso más coherente y mejor conservado del país, tiene nombre propio: Santiago Páramo S. J. (1841-1915), quien del piso hasta la cúpula intervino todos los espacios y pintó todos los murales. Tres grandes lienzos, varios vitrales, un órgano original y un bello conjunto de baldosas alemanas complementan la obra. El acceso a este tesoro se hace por la nave central y la antesacristía del templo que lo acoge. Totalmente ilustrado, este es el quinto libro de la serie con que, des- de 2009, la Pontificia Universidad Javeriana y Villegas Editores divulgan el gran acervo cultural jesuita.