u00bfCómo fue posible que un país que nunca había jugado un papel protagónico en el negocio del tráfico ilícito de drogas en el continente se tomara el mercado más grande de la historia en cuestión de años?
Antes que Colombia se convirtiera en uno de los principales productores de cocaína del mundo en los años ochenta, una generación temprana de traficantes inundó de marihuana el mercado de la contracultura hippie de los Estados Unidos durante las décadas del sesenta y el setenta. Conocidos popularmente como marimberos, estos pioneros del tráfico de drogas se convirtieron en los principales proveedores de la droga de moda del momento y luego se volvieron el primer objetivo de la u00abguerra contra las drogasu00bb en Suramérica. Sin embargo, la llamada bonanza marimbera a la que le dieron vida es un capítulo ignorado de aquellos tiempos inocentes, por así llamarlos, anteriores a que la industria de la cocaína explotara al país como carro bomba. u00bfCómo fue posible que un país que nunca había jugado un papel protagónico en el negocio del tráfico ilícito de drogas en el continente se tomara el mercado más grande de la historia en cuestión de años? u00bfY por qué este primer boom no sólo declinó, sino que también se desvaneció en el olvido? Lina Britto reconstruye el auge y la caída de la primera economía colombiana de exportación de drogas ilícitas usando una variedad de evidencias tomadas de entrevistas con protagonistas y testigos, y fuentes documentales preservadas en archivos públicos y privados en Colombia y los Estados Unidos. El rompecabezas final revela que el primer paraíso de las drogas en Colombia no fue una simple anécdota regional producto de la ausencia del estado en una área pobre y periférica, sino el resultado imprevisto e indeseado de una serie de reformas estatales que varios gobiernos de Colombia y los Estados Unidos lanzaron en la región en búsqueda del desarrollo agrario, una respuesta creativa a la modernización del país en sus propios términos.