La presente exposición y los textos que la acompañan proceden de un proyecto de investigación-creación desarrollado por Mariana Dicker, María Alejandra Fajardo, Elkin Rubiano y Javier Gil. Esta exploración pretende pensar las relaciones entre creación artística y memoria a partir de la producción artística de Beatriz González de los últimos 20 años. Consideramos que las imágenes toman posición frente a lo real; no representan lo dado o lo sucedido, sino que lo crean y dimensionan desde sus particulares modos de pensar. Tampoco aspiran a explicaciones totalizantes; significan a través de momentos, fragmentos, detalles y relaciones inéditas. Lo visual toca lo real sin aspirar a verdades absolutas y cerradas, pero desde sus singularidades expresivas renueva la percepción y la comprensión del mundo. En ese contexto, consideramos que el trabajo de Beatriz González construye memoria, asumiendo que esta no se refiere a dar cuenta de hechos objetivos ocurridos en el pasado, sino como una construcción simbólica, un trabajo, una nueva dimensión de sentido vinculada a la creación artística. Sus obras confirman las posibilidades que tienen el arte de participar en la generación de otras historias, de hacer hablar el pasado de otro modo, de expresar lo inexpresado por la historia oficial.