Algo tan propio de los niños como el deseo de tener una mascota se convierte en este álbum en un juego de adivinanzas y sorpresas provocado por las ocurrencias de la protagonista. Las ilustraciones, de fondos monocromáticos, componen una secuencia de dibujos a lápiz muy expresivos que reflejan con humor el contraste entre los deseos de la niña y la más cruda realidad.