María Vela Zanetti vuelve a publicar en esta editorial después de Maneras de no hacer nada, con humor más sarcástico y esta vez sin personaje mediante, a cara descubierta. En un escenario casi líquido el de estos últimos años de su vida se suceden tormentas íntimas, y cuando parece que escampa, un charco cualquiera embarra el día.
Cobijada por su buen gusto de lectora, María Vela Zanetti defiende a sus autores, nos tienta con sus manías, reconoce a sus enemigos, habla de sus amigos... y honra a sus muertos. Nos atrae en su laberinto. Aquí lo llama el estilo «matrioska».