Nada, absolutamente nada había en una cultura ni en una historia ni en una lengua que hiciese presagiar que ese conjunto de poemas que van desde #Galope muerto# hasta #Josie Bliss#, que cierra el segundo volumen de Residencia, pudieran ser escritos, pero fueron escritos# Instalado en el corazón de la lengua solo Pablo Neruda, vale decir, solo esa cifra, ese tiempo que llamamos hoy Pablo Neruda, pudo escribir Residencia en la tierra, pero pudo hacerlo porque sus lectores son seres heridos, sangrantes, que van siguiendo en las líneas de estos poemas las estaciones de su sangre y de su muerte. Residimos en la tierra, vale decir, residimos en la verdad desnuda de esta escritura». RAÚL ZURITA