Iván Turguéniev es uno de los grandes nombres del realismo ruso, pero aquí el lector se sorprenderá con un Turguéniev casi desconocido. Estas historias, prácticamente desconocidas para el lector hispanoparlante, lo revelan también como uno de los grandes escritores de relatos fantásticos. En los nueve relatos que integran esta selección, el genial autor ruso logra con destreza esa condición que Todorov considera inherente al género fantástico: los personajes no sólo se desconciertan, dudan, se preguntan si aquello que viven en realidad sucede, o bien es producto del sueño o la imaginación; también contagian esa duda a quien lee. Se crea así una poderosa sugestión, se genera la ambigüedad necesaria para que el lector sienta que los protagonistas y su mundo son tan reales como él mismo, para que vacile entre la fe y la incredulidad, entre una explicación natural o sobrenatural de los hechos evocados; para que, concluido el relato, el enigma siga latente y la emoción perdure. La voz que narra como el mismo autor sabia, amorosa, observadora evalúa la trama, pone en duda la naturaleza de los hechos que relata o sencillamente los juzga a partir del miedo, la sorpresa o la angustia que provoca ese acontecimiento insólito que irrumpe en la realidad cotidiana. Al hacerlo, como en toda su obra, Turguéniev se pregunta sobre la naturaleza humana, sus limitaciones y miserias, su capacidad de elevación y trascendencia. En estas narraciones fantásticas, del mismo modo que en los demás géneros abordados por Turguéniev, los lectores reconocerán su pluma magistral