na niña descubre sus cinco sentidos a lo largo de las estaciones: el sabor de las cerezas, la contemplación de una noche de verano, la suavidad del interior de una cáscara de castaña, el silencio de la nieve... Un año para saborear, oler, escuchar, ver y tocar. Un año para crecer y volver a descubrirlo todo al regreso de la primavera.