Desde que salió dando un portazo, nadie ha vuelto a tener noticias de Hamlet. Ante la gravedad de la situación, los líderes de las dos organizaciones Grimm han decidido adelantar el juicio de Cora y la sentencia de muerte planea sobre su cabeza. Además de tener que enfrentarse al Príncipe Rana y al Lobo Feroz, los jóvenes descubren el terrible secreto de los Renegados... Y no solo eso, por culpa de Aitor, Los Absolutos se arriesgan a que el secreto de su propia existencia e identidad salga a la luz irremediablemente. Los Absolutos hicieron el solemne juramento de ocultarse en la clandestinidad para proteger el mundo, pero ninguno de ellos se imaginaba que eso también implicaba perderse en una red de secretos cada vez más oscuros. En el Madrid de los cuentos y las leyendas, nada es lo que parece y nadie es quien cree ser. Una excelente y trepidante segunda parte (la primera es: Los absolutos. El legado) que sorprende y deja al lector con ganas de más aventuras.