n La trastienda es vista como un espacio de acumulación, un taller de trabajo o el hogar del vendedor cuando no ocupa su anaquel. Un lugar heterotópico, diverso en composición, confuso en sus destinos, íntimo en su concepción e indispensable en el esfuerzo interpretativo de la realidad, definida en las ausencias y la persistencia de la memoria.n De Melquíades, el sabio gitano de Cien años de soledad, conocemos su feria y el laboratorio que le regala a José Arcadio Buendía, pero nunca nadie supo qué tipo de inventos, máquinas prodigiosas y códices elocuentes aguardaban en su trastienda. El hombre que instruyó a los habitantes de Macondo, los curó de su olvido y señaló el destino de la estirpe Buendía, podría tener, en ese aposento que funciona como espacio de expresión del subconsciente, las claves para leer los textos garciamarquianos desde una perspectiva diferente y reveladora.n El libro En la trastienda de Melquíades: artefactos para releer a García Márquez está inspirado en el Ciclo de Conferencias u00abGabo: Nuevas Lecturasu00bb, organizado por las vicerrectorías de Investigación y de Extensión y Proyección Social de la Universidad del Magdalena. Son seis capítulos que nos hablan del nobel de literatura colombiano desde campos tan diversos como el derecho, la literatura, la lingüística y el cine, y que seguramente apreciarán los amantes de la obra de García Márquez, una cuya lectura parece no agotarse jamás.n