u201cEl esquema de negociación del Gobierno con la guerrilla es idéntico a como lo ha hecho con las organizaciones sociales, acude al diálogo, dilata soluciones para agotar las protestas, y cuando se ve obligado a aceptar acuerdos, los firma; pero luego que las protestas se calman se olvida de lo acordado y no cumple. Así es año tras año y protesta tras protesta; ya los gobiernos tienen callo en la conciencia y perdieron la sensibilidad. El Gobierno espera que la guerrilla se desmovilice y entregue las armas con sólo firmar un acuerdo; pero el cumplimiento de los demás acuerdos puede dilatarse y no cumplirse; lo lógico sería que hubiese una gradualidad de cada parte en el cumplimiento de los acuerdos, y si el Gobierno desconfía que la guerrilla va a cumplir, a la guerrilla debe permitírsele también desconfiar del Gobiernou201d.