Este trabajo aborda el neoliberalismo sobre un terreno que siempre le fue propio: la elección de la guerra civil. Si el neoliberalismo se puede caracterizar por sus pretensiones de organizar todo aspecto de la vida social según una lógica de mercado, este proyecto solo ha resultado posible bajo la dimensión de una violencia que le es innata. Por eso, la «guerra civil» es algo más que una metáfora. Propugnada por los neoliberales, la guerra consiste en un ejercicio de dominación polimorfo que a veces se dota de medios militares y policiales, pero que a menudo se confunde con el poder gubernamental y por lo general se lleva a cabo en y a través de las instituciones del Estado. La paradoja del neoliberalismo es así que siempre ha requerido del Estado y de su poder de coerción. De un modo radical, los neoliberales han desplazado el concepto de libertad, tradicionalmente vinculado a la emancipación y la lucha contra la opresión, a la pura libertad económica y de mercado, que exige de la opresión estatal para ser garantizada.