a noche, mientras compartíamos cuentos antes de dormir, La Nubecita apareció en nuestra mente y nos transportó a un viaje con muchas aventuras.
Una mañana, la Nubecita Aventurera se levantó convencida de que todos sus deseos, al fin, se harían realidad.
Aquel día parecía perfecto. Había un sol radiante y el cielo estaba completamente azul.