«Me defino lo que he sido: Un rebelde por convicción, un negociante por vocación y un narcotraficante por ambición, me siento orgulloso de las dos primeras y absolutamente avergonzado ante ustedes por la tercera», escribe Gilberto Rodríguez Orejuela en las primeras páginas de este libro, en el que trabajó hasta el día de su muerte, el 31 de mayo de 2022, a los 83 años, en el Complejo Correccional Federal de Butner, en Carolina del Norte, Estados Unidos. El antiguo jefe del cartel de Cali dejó un inesperado y sorprendente relato en el que, de su puño y letra, cuenta episodios hasta ahora desconocidos de su vida.