Es sorprendente que solo diez relatos o historias de vida y un epílogo, sobre un mismo territorio y sobre un fin de semana, logren construir un universo tan comprensivo y conmovedor como este que relata Juan Camilo Gallego, a través de testimonios veraces y directos que nos permiten ver y sentir los dolores pero también la riqueza de esas personas que se juegan la vida por la subsistencia, por sus seres queridos, por llegar a ser alguien; seres buenos que no merecen haber sido señalados por sus mismos congéneres para ser eliminados. Aquí está Colombia retratada, en su dimensión humana más profunda, la de sus grandes sueños y la del inmenso dolor.