"En esta fábula novelada de Iriarte estamos instalados, desde la primera página, en una deliciosa parodia burlesca de los ridículos pergaminos de abolengo de que se han preciado (si se puede más que en la misma península) los descendientes de españoles trasplantados a las Indias, siempre temerosos de no ser considerados, al ser habitantes del nuevo mundo, como personas de suficiente alcurnia y categoría.
"La forma en que esta irónica y delirante trama se construye es heredera de Valle-Inclán, y sobre todode sus novelas esperpénticas. Los personajes, las situaciones, las escenas, mediante procedimientos de exageración y de reducción al absurdo, tienen una deuda innegable con ciertos textos del autor español que deforman y ridiculizan la realidad hasta niveles grotescos. El deleite no viene del realismo mimético ni de la precisa reconstrucción histórica, sino de la deformación extrema, mucho más concentrada en humor negro y en lo irónico que en lo verosímil".
Del prólogo de Héctor Abad Faciolince
La crítica ha dicho
"Sobre mi escritorio reposan libros como el de Carlos Sanclemente sobre historias peregrinas [
], y, para coronar, la novela de Alfredo Iriarte Espárragos para dosleones".
Alfonso López Michelsen, El Tiempo, 1999
"Es un libro iconoclasta y un tris -o bastante- blasfemo. Un libro delicioso".
D'Artagnan, El Tiempo