Jamie Conklin, el único hijo de una madre soltera, solo quiere tener una infancia normal. Sin embargo, desde que nació tiene una habilidad sobrenatural que su madre le insta a mantener en secreto: puede hacer hablar a los muertos. Cuando una detective del Departamento de Policía de Nueva York le arrastra a la persecución de un asesino que amenaza con seguir atacando incluso desde su tumba, Jamie no tardará en descubrir que el precio a pagar por su poder tal vez sea demasiado alto.