Mucho antes de que se hablara tanto de "autoficción", Ana María Cadavid ya ha logrado construir una obra de valor con esa impronta escritural: Ana, su personaje de novelas y cuentos, es un trasunto suyo que narra en el aquí y el ahora, haciendo que el juego de la ficción se pierda por un momento, sin perjudicarlo. rnEsta novela de formación, recorre los años de Ana, desde la adolescencia cuando tiene que enfrentar una dolorosa cirugía de columna que la encerrará a su cuerpo florecient de muchacha, en un caparazón de yeso y dolor. Ana ve, desde un punto focal privilegiado, las relaciones de los padres, de sus hermanos y hermanas, de los amigos, y parientes. La Ana adulta recuerda y en ese juego, el lector queda atrapado entre la nostalgia, el dolor y la alegría que nos propone la vida.