Samuel dice que ya es grande, e intentará vestirse solo, tomando un enrevesado camino para hacerlo. Como es costumbre, Estela está allí para ayudar. Pero esta vez, a ella se le olvidará algo muy importante... ¡y será Samuel quien reirá de último!
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información