u00abMe caía muchas veces, pero me levantaba enseguidau00bb. Sonia, una entrenadora de caballos de carreras del Medio Oeste americano, relata su vida. Su voz es auténtica y su historia transporta con exactitud y viveza al reducido y casi insular círculo hípico de los ranchos, las pistas, los establos y los premios. Quien la escucha de cerca, quien la entrevista durante años, anota cada detalle y extrae lo esencial, es Kathryn Scanlan, autora de este libro. Con gran destreza, como si empuñara un bisturí, la escritora se acerca al núcleo emocional de cada secuencia, le restituye su tono y su verdad y nos la ofrece en una prosa brillante, condensada, pura. nY es esa prosa destilada la que nos impacta: un destello y de pronto Sonia está aquí, sentada a nuestro lado, cercana, imperfecta y generosa, luchadora y tenaz. Nos habla de su infancia dura y humilde, de su vínculo mágico con los caballos, de las caídas y de las noches en caravanas cochambrosas para poder asistir a una carrera. Narra lo difícil, lo violento que resulta para una mujer hacerse un hueco en el hipódromo: las disputas, el abuso, el ingenio, la perseverancia; la enfermedad, las trampas y los golpes, pero también el compañerismo y la exultante felicidad del triunfo. nUna novela que se lee a toda brida y que nos revela un mundo despiadado y fascinante, a la vez que el viaje de una mujer que toma las riendas y se enfrenta a todos los obstáculos: una vida cotidiana que, narrada con una frescura y una belleza inusitadas, se convierte, simplemente, en extraordinaria.