Hay personas que, por alguna razón, lo pierden todo. Rodrigo fue una de ellas.Rodeado de escombros, tuvo que empezar de nuevo y, gracias al amor que sentía por su familia y por aquella tierra, recuperó la ilusión y la esperanza. A su vez, encontró ayuda y cooperación en otros que atravesaban su misma situación. Entre todos, recogieron una nueva cosecha cargada de frutos que sirvió para encontrar su hogar en el mundo.