La violencia aparece por doquier y todavía no podemos explicarla o asumirla. La provocativa premisa de Slavoj Zizek es que lo que vemos (la violencia ejercida por un agente identificable) es producido por una violencia oculta: la misma violencia que sostiene nuestro sistema político y económico. Slavoj Zizek dirige su implacable mirada hacia las democracias en las que vivimos, gobernadas por un imperativo económico, explora los sangrientos regímenes totalitarios del último siglo y la llamada violencia «divina».