En una mañana soleada en los campos de China, Solecito acompaña a su abuelo a segar el pasto. Entre el calor, los insectos, el almuerzo y las canciones cripticas del abuelo, Solecito jamás se imaginaria que esta tranquilidad tuviera fin. Pero en el horizonte se asoman unas negras y enormes nubes que amenazan con llevarse todo.