Érase una vez un rey al que le encantaba comer cerdo. u00abu00bfPor qué no pruebas algo distinto?u00bb, le decía la reina. u00abSi sigues así, acabarás convirtiéndote en cerdou2026u00bb Mientras tanto, no muy lejos, un pequeño cerdito se rebelaba a su destino: u00abu00bfPara qué vivimos si terminamos servidos en la mesau2026?u00bb.