A Verónica, mi universo, por quien nunca perderé el amor. Y a Gala, mi pequeña soñadora, que irremediablemente ya me ha hecho perder la cordura.
Artículos relacionados
Otros libros del autor
Vista previa: EL DÍA QUE SE PERDIÓ EL AMOR
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información