Sociedad civil, hegemonía, instituciones, cultura, consenso: hoy es difícil pensar políticamente sin conocer un vocabulario que Antonio Gramsci redefinió en sus apuntes, cartas y manifiestos políticos, y que tienen su forma más acabada y no obstante abierta en los Cuadernos de la cárcel, las 3.000 páginas manuscritas que escribió entre 1929 y 1935, en sus últimos años de cautiverio. Treinta cuadernos en los que aborda una vasta gama de temas, desde la historia y el nacionalismo italianos, la Revolución francesa, el fascismo, el taylorismo y el fordismo, hasta la sociedad civil, el folclore, la religión y la alta y baja cultura, y que constituye una de las obras más originales y que más caminos ha abierto en ámbitos tan dispares como los estudios culturales, la historia social y cultural.